Yo nunca le pondría Iñigo a mi hijo porque suena a nombre para gnomo de jardín, es más, así se puede llamar este amigo mío que decidió cambiar de profesión y convertirse en mi gnomo de escritorio.
Se supone que los gnomos de jardín se encargan de cuidar para que no entren los malos espíritus, son de la suerte y custodian los espacios abiertos para proteger a las familias. ¡Qué linda tradición! Cada cultura desarrollo amuletos y estos gnomos me parecen muy simpáticos, les tengo mayor cariño desde la película Amelié, en donde la enmascarada heroína inspira a su padre a vivir plenamente utilizando como instrumento a un hermoso gnomo de jardín, que comparte gustos con el mío de escritorio con su vestimenta azul aderezada con gorro rojo.
Mi siguiente acercamiento fue un homenaje a mi heroína favorita, compre como regalo para alguien muy especial un gnomo de cerámica de unos 60 centímetros de alto, lo transporte y fotografíe durante unas vacaciones, sin siquiera pensar en lo ridícula que veía con mi peculiar amigo a cuestas. Algunos dicen que el amor ciega, en mi caso me quita la sensatez y la vergüenza. El regalo fue todo un éxito, aunque ya no estamos cerca, sé que sigue trayéndole una que otra sonrisa a su dueño.
Mi curioso amigo es un obsequio de alguien muy cercano y especial, una de esas personas lindas que te rodean en la vida y te escuchan o leen con detenimiento. Es justo como quería a mi compañero, sonriente y bonachón, así como los gnomos comunes protegen un jardín, este me protege a mí de perder la esperanza, está encargado (desde hoy) de recordarme que debo sonreír, de acompañarme a lo largo del día y a custodiar mi escritorio de los intrusos por la noche.
Se llamará Iñigo. No quisiera pasearlo mucho porque es frágil y quiero que me acompañe lo más posible.
Es una monada ese gnomo tuyo. Por cierto, aquí, en España, Iñigo es un nombre de varón bastante habitual.
Me gustaMe gusta
Lo sé pero aun así no me agrada nada, igual que me disgustan nombres como Violeta o Azul, no me parece adecuado bautizar a un pequeño con un color, además el nombre me ha venido a la mente cuando pensé en bautizar a mi compañero.
Estoy muy alegre con él acompañandome, espero que mis amigos de la oficina no me vean tomamdole fitografías y piensen que he perdido la razón.
Saludos y un gran abrazo.
Me gustaMe gusta
¡Yo quiero un Iñiguito!
Y sobre el nombre, si te sirve de consuelo… yo tengo un unicornio rosa que iba a regalar en Navidad y no pude. Al final, se llama Isolda.
¿No te parece feo el nombre? XD
A mi sí, pero se me ocurrió ponerle así.
Pero me gusta mucho tu gnomito. ¡Quiero uno! ¡Y le pondré Íñigo también! 😀
Me gustaMe gusta
Me parece el nombre ideal para un unicornio rosa!!!!
Me gustaMe gusta
Por cierto, puedes usar el nombre de Iñigo para tu gnomo y podríamos decir que son parientes!!!
Me gustaMe gusta
i love it
Me gustaMe gusta
http://www.gnomeoandjuliet.com/
Me gustaMe gusta